Quiero ponerte la ropa
y ver que no te he olvidado,
que siguen siendo dulces tus besos
como todos los que me has dado.
Quiero ponerte la ropa,
quiero liarte a escondidas
para llevarte a mi boca,
¡me estás quitando la vida!
Y es que sin ti no soy nada,
tú eres toda mi vida,
que me gustan tus besos,
que me alegran los días.
Y es que huyo
de ese mundo de fascistas reprimidos,
donde el poder y la riqueza
de la mano van cogidos.
Y es que sigo
enganchado a tu aroma,
anhelando tu cuerpo entre mis manos,
pensando que aún me quieres
pensando que no te he olvidado.
Quiero ponerte la ropa
y ver que no te he olvidado,
que siguen siendo dulces tus besos
como todos los que me has dado.
Quiero ponerte la ropa,
quiero liarte a escondidas
para llevarte a mi boca,
¡me estás quitando la vida!
Y es que sé que me has hecho daño,
¡que me estás matando!,
pero cuando estoy contigo
siempre acabo soñando.
Y aquí sigo sentado en el suelo
no porque no tenga silla,
a veces paso hambre
y siempre me sobra la comida.
Y es que no tengo coche,
por mis piernas corre mi vida,
la luna mi compañera
en esta eterna huida.